1. Europa
La animación europea es considerada una de las más vanguardistas e innovadoras en el panorama cinematográfico. De hecho, a lo largo de varias décadas del siglo XX han podido salir a la palestra auténticas obras maestras como 'El rey y el ruiseñor', dirigida en 1979 por Paul Grimault; o 'Alice', dirigida en 1988 por el checo Jan Svankmajer, uno de los filmes más aclamados dentro del surrealismo; ambas son consideradas obras maestras del séptimo arte. ₁
En Europa se había explorado la animación desde los primeros días de cine.
En Bélgica la animación verían un beneficioso cambio a partir de los años 70, al introducir la financiación estatal. Raoul Servais se convierte en el animador más conocido en Bélgica. Ese intenta despegarse de los medios creativos de Disney e indagar en la originalidad. En 1976 crea el Centro Belga de Cine de Animación en Gante. Alguno de sus mejores títulos en la década son Pegasus (1973) y Harpya (1979).
En Checoslovaquia dos figuras destacan sobre las demás. Por un lado Jirí Trnka, y por otro Karel Zeman; ambos trataron por igual la animación con dibujos y con marionetas.
En Dinamarca, dentro de la década, Jannik Hastrup se dedica a la animación política, con Traellenes Oprør (1979), entre otras muchas.
2. EEUU
Se observa cómo en la década de los ochenta la industria cinematográfica norteamericana busca el éxito comercial. La causa fundamental fue la espiral de costes y el interés que generan los Estudios.
Así en el ámbito del cine de animación un filme como Furia de titanes (1981) Desmond Daves, se presenta como una prolongación de un tipo de producción que tiene a desaparecer debido a la incursión de las nuevas herramientas tecnológicas que invaden la creación audiovisual.
En este sentido resulta pragmático el caso de Disney. A finales de los 80, vive su segunda edad de oro, convirtiéndose a finales de los 90 en en uno de los más importantes e influyentes imperios del entretenimiento mundial, aunque viera temblar sus cimientos tras el fracaso de Taron y el caldero mágico (1985) Ted Berman y Richard Rich y al punto de sobrevivir gracias a la venta de acciones, el merchandising y el copyright.
Con fin de tocar otros públicos, la compañía decide crear una segunda unidad, la Touchtone Pictures, siendo la responsable del resurgimiento económico de la Disney con títulos como Good morning Vietnam (1987) Barry Levinson, Cariño he encogido a los niños (1989) Joe Johnston.
Pero aún hay más, esta década permite un mayor compromiso con el dibujo animado gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías que mejorarán la calidad de los productos y reducirán los tiempos de producción. La animación tradicional emergerá de sus cenizas y los fracasos se vuelven éxitos a raíz de la adaptación de La Sirenita (1989) Ron Clements y John Musker.
En 1985 el departamento de animación recurre al sistema informático CGI empleado por primera vez en Basil el ratón superdetective (1986) John Musker y Ron Clements recreando el Big Ben, y después en el baile de La bella y la bestia (1993) Masakazu Higuchi y Chinami Namba. en la alfombra de Aladdin (1992) Ron Clement y John Musker. Cerrará el siglo con Mulan (1998) Barry Cook y Tony Bancroft y Tarzán (1999) Kevin Lima y Chris Buck
La experimentación como clave para seguir en la vanguardia del género lleva a la producción de dos títulos del “stop motion”, en la que se abandona la animación tradicional para aparentar el movimiento de los objetos estáticos capturados con fotografías. Tim Burton la utilizó con animación de plastilina por ejemplo en Pesadilla antes de Navidad (1993).
La experimentación y diversificación serán también los motores de expansión del Estudio Disney antes de acabar el siglo, por un lado, la experimentación formal tomará cuerpo en la combinación de imagen real con animación en ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (1988) Robert Zemeckis, y la diversificación industrial gracias a la fructífera asociación con el estudio de animación digital Pixar.
En su afán diversificador, Disney se asocia con Pixar para la realización del primer largometraje de animación 3D generado por ordenador. El resultado fue Toy Story (1995) John Lasseter, un filme al más puro estilo “buddy movie”. Al amparo del éxito cosechado, la asociación Disney-Pixar realiza su segundo filme Toy Story 2 (1999) . El tercer trabajo fue Bichos (1998) Lasseter y Andrew Stanton.
En 1997 Pixar firma un nuevo contrato exclusivo con Disney para la realización de cinco películas y la adquisición por parte de esta del 5% de aquélla. Con el cambio de siglo, el estudio de animación tradicional más prestigioso de la historia, abandona los acetatos y lápices por la animación conseguida a través de la informática.
Al margen de toda esta producción se aprecia una notable participación de otros Estudios en el campo de la animación: Amblin Entertainment con Universal y otras productoras desarrolla diversos proyectos Five y el mundo nuevo (1986) y En busca del valle encantado (1988) Don Bluth, Balto (1995) Simon Wells. Por su parte,20th Century-Fox y otra firmas están detrás de Anastasia (1997) y Titán A.E. (2000) Gary Goldman y Don Bluth. Pictures impulsará películas como Quest for Camelot (1998) Frederick du Chau El gigante de hierro (1999) Brad Bird.
En 2006, Disney adquiere Pixar y cede el control de su estudio de animación a sus directores creativos. La gran calidad de sus productos de animación reside en el uso de tecnologías digitales, pero en contenido, las historias pierden el toque mágico Disney para pasar a ser más irónicas, adultas, críticas o dolorosas.
Ilustremos este cambio en las historias con ejemplos: en Monstruos S.A., donde irónicamente, los malos no son los monstruos, sino los niños. La pérdida del joven Nemo, pez discapacitado en Buscando a Nemo, es, cuanto menos, dolorosa. Las reacciones de los coches de Cars son propias de humanos, mostrando el amor, la ingratitud, el egoísmo y la generosidad.
Otros títulos conocidos son Los increíbles, Ratatouille, Wall-E o Up, además de las segundas partes de títulos ya estrenados, como son Toy Story 3, Cars 2 o Monsters University.
El mundo de las princesas Disney no se queda estancado ni mucho menos. La productora sacó títulos como Tiana y el sapo, Enredados y Frozen.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que el mundo de animación no se resume en las aportaciones de Disney-Pixar, ya que en 1996, Steven Spielberg impulsa la puesta en marcha de DreamWorks. Esta firma proporcionó títulos como Shrek, Madagascar, Kun-fu panda, Cómo entrenar a tu dragón o Alvin y las ardillas.
3. España
En España, la animación ha contado con pocos nombres representativos, pero en 2003 cuenta con dos superproducciones: Los Reyes Magos y El Cid, la leyenda. La segunda fue la película más taquillera hasta Pérez, el ratoncito de tus sueños. Aunque el número de productos no es equiparable al beneficio obtenido, el sector en España comienza a consolidarse y a darse a conocer internacionalmente. Tras este despegue, hay 25 productoras, que hicieron posible la realización de películas como El bosque animado, El sueño de una noche de San Juan o Donkey Xote. Más en la línea de Pixar y Dreamworks, está el título Planet 51. El crecimiento del sector se pone de manifiesto en títulos como De Profundis, O apóstolo, Las aventuras de Tadeo Jones o Atrapa la bandera.
₁ 2O películas de animación europea actuales que deberías conocer. Ecartelera. Disponible en: https://www.ecartelera.com/noticias/37610/20-peliculas-animacion-europea-actuales-deben-conocer/ [Fecha de consulta: 08/05/2018]
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