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9. Años 40 y 50. Galicia

Actualizado: 10 abr 2018



Después de la Guerra Civil existe una desaparición casi total del cine gallego, puesto que no existirán producciones desarrolladas por empresas de esta comunidad. Eso no evitará que aparezcan filmes protagonizados o producidos por gallegos en otras zonas del mundo, obras que traten sobre la cultura o paisaje autóctono y/o financiadas por capital gallego. Esto se debe principalmente a la fuerte censura que el régimen franquista presentó sobre todos aquellos nacionalismos regionales de nuestro país, como el nacionalismo vasco, catalán o gallego. Esta represión no se centra solo en el apartado cinematográfico, también afecta a muchos otros campos sociales y culturales como radio, televisión, literatura… Esta censura afectará a toda la Península, lo que causa una escasa producción de cine nacional, centrada en regiones como Valencia, Zaragoza o Murcia y de carácter nacionalista o ensalzador de las nuevas políticas del Régimen.


En Galicia no existía una estructura profesional y la distribución y exhibición era muy pobre. Las empresas de distribución de origen gallego realizaban éxodos a Madrid mientras la distribución en Galicia corría a cargo principalmente de una empresa mediana llamada “Selecciones Francesch”, fundada por Albino Francesch en 1920. Se trata de la única empresa de cine gallega que importaría películas en esta época. Solo tenía repercusión a nivel regional, pero al igual que muchas otras acabaría trasladando su sede a Madrid. Fue la única empresa de producción mediana que sobrevivió en Galicia hasta su marcha.

La aparición de más salas de cine durante los años 40 fue notoria en Galicia. El aumento de la demanda dio lugar a una entrada en el negocio más segura para los nuevos empresarios, causando cierta mejoría y difusión del cine nacional, pero esto no ocurrió en Galicia. La distribución cinematográfica apenas se basaba en pequeñas empresas regionales, que aun con este aumento de las salas de visionado, se desentendían de el surgimiento de un cine gallego.


Las obras que se van a producir en Galicia a lo largo de los 30 años que componen las décadas de los 40, 50 y 60 distan mucho de las elaboradas antes de la Guerra Civil. El experimentalismo desaparece y llega una etapa donde existe una fuerte dependencia foranea. El cine se ve afectado por limitaciones políticas y normas de trabajo empresarial que nadie estaba dispuesto a realizar fuera de los lugares ya establecidos de producción, de los cuales Galicia no era uno. También hay que destacar la falta de iniciativa por parte de posibles creadores de contenido en la región. Esto causará que sean las empresas ajenas a Galicia las que trabajen en este territorio, basando las producciones principalmente en documentales.


Entre 1940 y 1945 se comenzó la creación del filme “El hombre y el carro”, una obra dirigida por Antonio Román, se trata de posiblemente de la película más importante y destacable del cine gallego de esta época. Un poco más adelante, durante la década de los 50, sucede que comienzan a aparecer filmes documentales sobre Galicia, creados con el fin de ensalzar el paisaje y la cultura gallega por el medio cinematográfico, como la mayoría de obras creadas en Galicia durante esta época.

Aparecen figuras que promueven Galicia y su cine como Peñara Films, compañía madrileña que se enfocó bastante en Galicia creando algunas producciones en esta tierra, y la importancia de Santiago de Compostela, lugar de peregrinaje y núcleo religioso, inspirando obras como “Ano Santo” (1948) y producciones propagandísticas de El Camino de Santiago.


Un factor que impulsa la presencia de Galicia en la televisión son las emisiones del NO-DO, servicio de noticias que prestaba gran atención en las vacaciones del general Franco, que al tener orígenes gallegos estas se sucedían en Galicia, más concretamente en el Pazo de Meirán, la escuela naval de Marín y la importancia de la industria de Ferrol.


Durante esta época se realizaron producciones comerciales en Galicia, realizadas principalmente por compañías madrileñas, puesto que el paisaje gallego se veía muy atractivo para los directores de ficción del momento. Estas producciones recogían la visión de una Galicia folclórica, dotándola de un aire melancólico y naturalista, explotando paisajes como playas, bosques o pazos como principales escenarios y profundizando en la cultura del lugar. Las tramas de las obras se basan en problemas personales de los personajes pero que siempre solían tener un final feliz. Los personajes estaban muy estereotipados, mujeres hermosas o hombres solitarios y adinerados. Las historias que se veían dinamizadas por la presencia de los personajes secundarios, que cobraban una gran importancia en la obra, con casi tanto protagonismo como los principales. Los vestuarios eran de época y la música se basaba en gaitas, con el fin de profundizar aun más en la cultura gallega.


También es durante esta época que aparece la figura de Casareo González, uno de los mayores impulsores del cine gallego durante estos años. Es dueño de la marca

comercial “Suevia Films” fue una de las principales productoras de películas de ambientación folclórica, como hizo con el film “El famoso Carballeira”, y de películas basadas en la emigración gallega, que tuvo lugar debido a la pobreza y a la dictadura, alguna de estas películas podría ser “Polizón a bordo”.

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