Al inicio de la segunda década del siglo XX se habla del cine como el “Séptimo arte” según el célebre manifiesto homónimo de Ricciotto Canudo.
Los resultados visuales (espacio, composición, encuadre, montaje, luz), sin duda, provienen de algunas obras de movimientos vanguardistas como el cubismo, el futurismo, el constructivismo, el expresionismo, el dadaísmo o el surrealismo.
Desde su inicio, el cine necesitó del público para su existencia. Este público asistía a las salas para entretenerse sin preocuparse de quiénes eran los protagonistas o el directo; más tarde el valor de la película estaba en el rostro protagonista, lo cual lleva a la concepción del cine como industria, que se consolida en los años 20.
Fue necesario definir políticas que controlaran los temas de las películas y su influencia sobre la sociedad que las recibía: los códigos de conducta y censura afectaban a todos los temas (sexo, religión, propaganda), lo que dio paso a conflictos entre los gobiernos y la industria.
A lo largo de este tema tienen lugar las vanguardias, las cuales han marcado un antes y un después en este sector por la ruptura de la tradición y la utilización de nuevas técnicas. Las vanguardias son el conjunto de movimientos de las artes plásticas y de la literatura que, a principios del siglo XX tienen en común la crítica a los valores estéticos dominantes y al propio concepto de arte desde los modos tradicionales de producción, difusión, exhibición y consumo de los objetos artísticos. Como trasfondo está la experiencia de lo moderno.
Las vanguardias propiamente dichas no pueden aplicarse al cine ya que en muchas de las películas consideradas vanguardistas no existen adscripciones netas y, mientras que en el arte se trata de romper con la tradición, en el cine solo está la pretensión de una legitimación artística y cultural. El cine de vanguardia es aquel que rechaza la ubicación en el mundo del espectáculo popular y la narrativa convencional del MRI y aspira a un reconocimiento artístico y cultural. Se sitúa por tanto al margen de los estándares del MRI y se emparenta con las bellas artes, cabiendo propuestas muy diversas (por ejemplo, 9reivindicaciones del cine comercial) al igual que los intereses y el marco cultural. Uno de los rasgos más característicos de la vanguardia es la utilización del ritmo visual como recurso expresivo, mediante el montaje la escala, la duración del plano, el ángulo… El cine surrealista mantiene puentes con el cine comercial: en las salas se proyectan películas de ambos estilos y, por otra parte, en la década de los 20 hay soluciones de cine de vanguardia que son adoptadas por el comercial.
Se han reconocido tres vanguardias en el cine:
Cine impresionista (primera vanguardia). Abel Gance, René Clair, Germain Dulac…
Segunda vanguardia: cine surrealista y dadaísta francés y el cine abstracto alemán.
Tercera vanguardia: cine independiente o documental.
El cine de vanguardia presenta tres características:
Es un cine al margen de la industria, financiado por mecenas, amigos…
Es un cine internacional, de estilo rupturista.
Se proyectaba en cafés y otros lugares, dentro de veladas y espectáculos.
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